Ya sea por desechar productos contaminantes a la vía pública o por no acatar las normas ecológicas a las que están obligados, manifestó el edil porteño Juan Manuel Pizaña Martínez
Tampico, Tamaulipas.- La Subsecretaría de Ecología de Tampico aplica un promedio de 10 multas por mes a establecimientos comerciales que generan algún tipo de contaminación en su entorno, ya sea por desechar productos contaminantes a la vía pública o por no acatar las normas ecológicas a las que están obligados, manifestó el edil porteño Juan Manuel Pizaña Martínez.
Agregó que la Comuna se mantiene atenta a este tipo de problemáticas que impactan el medio ambiente, como ocurrió recientemente en el Centro Histórico cuando después de una fuerte lluvia afloró de la red del drenaje aceite que enseguida provocó un suelo resbaloso en las banquetas del primer cuadro.
"Hacemos el exhorto a la ciudadanía que haga las denuncias pertinentes, cada uno de los locales que operan en Tampico deben de contar con un permiso, no se le da hasta que cumpla con todos los requisitos, en ocasiones pasa algo de tiempo, tenemos poco personal, no se tienen vehículos, se batalla con los que hay como para darle seguimiento a todos los negocios que tiene el municipio", precisó.
"Sí existen multas, hay inspectores por parte de Ecología, son cinco, pero la mejor forma es la denuncia, si nosotros vemos este tipo de circunstancias todas las denuncias que llegan a Ecología son atendidas, la mayoría es pago de multa, unas 10 multas al mes; también con denuncia ciudadana se presenta mes con mes por la contaminación auditiva", completó.
Destacó también que está gestionando que el Ayuntamiento de Tampico contrate más personal para ser asignado a labores de inspección, vigilancia y elaboración de notificaciones, pues el actual, citó, resulta insuficiente para semejante labor por la gran cantidad de negocios en operación.
En este punto, advirtió que por lo menos se buscaría que el Gobierno Municipal contrate a 15 personas más para abarcar las diversas problemáticas que enfrentan los vecinos o los dueños de tiendas ubicadas en el Centro Histórico, que sufren la contaminación auditiva por el uso de bocinas y bafles que son operados a volúmenes que superan los decibeles permitidos.
"Como mínimo requerimos el 100 por ciento del personal, trabajan en Ecología 25 personas, entonces, sí, la verdad, es insuficiente, entre inspectores y los licenciados que están entregando notificaciones, pues por lo menos otras 15 personas más", puntualizó.